Todos los vehículos tienen algo llamado eje de dirección intermedio en su sistema de dirección. La función del eje de dirección intermedio es mantener conectados el engranaje de dirección y el volante.
Hay una junta universal en un extremo del eje de dirección intermedio que se conecta a la caja de dirección y otra junta universal en el otro extremo que se conecta al volante.
Estas juntas permiten que el ángulo entre estas dos características se apoye. Como resultado, las ruedas de tu vehículo pueden girar con suavidad y facilidad.
Los 5 principales síntomas de un eje de dirección intermedio defectuoso
Es importante tener un eje de dirección intermedio que funcione correctamente en todo momento. Si tuvieras un eje de dirección intermedio defectuoso, no sería seguro seguir conduciendo tu vehículo. También podrías poner en peligro la vida de otras personas.
A continuación se presentan cinco de los síntomas más comunes de un eje de dirección intermedio en mal estado.
1) Sonidos extraños
Cuando el eje intermedio de la dirección empieza a estropearse, uno de los primeros síntomas que suele notar la gente son unos extraños chasquidos o ruidos que salen del volante cada vez que lo giran.
Los sonidos comenzarán siendo pequeños y leves, pero acabarán siendo más fuertes y molestos si el problema no se trata. Cada vez que oigas algún sonido extraño como éste, debes llevar tu coche al taller para que lo revisen.
2) Dificultad de giro
Un síntoma más grave de un eje de dirección intermedio en mal estado es tener dificultades para girar el volante. Un día irás a hacer un giro en una esquina y entonces experimentarás un agarrotamiento repentino en el volante mientras lo giras.
Por ello, te verás obligado a poner más fuerza para girar la rueda y esto puede ser peligroso. Si tienes que hacer mucha fuerza para realizar giros básicos, eso ralentizará tu tiempo de reacción como conductor y probablemente provocará un accidente.
3) Corrosión en los rodamientos
Cada eje de dirección intermedio tiene un grupo de rodamientos de agujas. Estos cojinetes tienen grasa almacenada que está sellada. La grasa permite que los rodamientos tengan una mayor vida útil sin necesidad de mantenerlos.
Pero cuando el eje de dirección intermedio empieza a estropearse, se forma corrosión en el exterior después de que la grasa del interior se haya secado.
4) La inclinación del volante está floja
Muchos coches modernos tienen una función de inclinación integrada en sus volantes. Esta función permite a los conductores ajustar el ángulo del volante para que les resulte más cómodo manejarlo. Al ajustar la inclinación, debería poder bloquearse después de haber elegido el ángulo deseado.
Sin embargo, si hay un eje de dirección intermedio o una columna en mal estado, no podrás bloquear el volante en el ángulo que hayas elegido.
5) El volante no vuelve al centro
Cuando giras el volante en un vehículo con dirección asistida, el volante suele volver al centro después. Se considera un elemento de seguridad en todo sistema de dirección asistida.
Sin embargo, si el volante no vuelve al centro después de quitar las manos, podría haber un problema en el eje de dirección intermedio o en la columna de dirección.
Coste de la sustitución del eje de dirección intermedio
El coste de la sustitución de un eje de dirección intermedio en mal estado oscilaría entre 200 y 350 dólares. El coste de las piezas oscilaría entre 100 y 150 dólares, mientras que el coste de la mano de obra oscilaría entre 100 y 200 dólares.
Si quieres sustituir el eje de dirección intermedio por tu cuenta, te ahorrarías un 50% de este coste, pero es mejor que un profesional se encargue del trabajo de sustitución. Así sabrás que el trabajo se hizo bien.
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