El Impala de 1968 construido en casa es una belleza personalizada que tardó siete años en terminarse
Las construcciones de coches personalizados de alta gama suelen estar reservadas a los grandes talleres que crean un vehículo basado en los deseos específicos del cliente. Pero el movimiento "Construido, no comprado" ha ido ganando adeptos en la escena de los coches personalizados, y cada vez hay más entusiastas que adoptan un enfoque práctico para sus vehículos. Este Chevrolet Impala descapotable de 1968 es uno de esos coches, y su propietario ha pasado años transformándolo en la máquina de calle perfecta.
el Chevy Impala de 1968 parece un Lowrider clásico
Canal de YouTube KandyonChrome se reunió recientemente con José, un entusiasta de los coches clásicos, para hablar de su Chevrolet Impala Convertible de 1968. El vídeo comienza con un paseo en el coche y una explicación de que casi todo el trabajo realizado en este clásico fue realizado por el propietario y no subcontratado a un taller. Sólo los proyectos de detalles menores hicieron que el Chevy clásico saliera de la entrada de José.
El aspecto más llamativo de la construcción es la postura relajada. Con reminiscencias de los clásicos lowriders, el Impala tiene un aspecto delantero hacia arriba y trasero hacia abajo que se adapta perfectamente a la elección de las llantas. Las llantas Chevrolet Rally del color de la carrocería, equipadas con neumáticos Vogue de banda blanca fina, rinden homenaje al estilo lowrider.
Ese trabajo de pintura personalizada se extiende por todo el vehículo y hasta el vano motor y el motor.
Toques modernos en un paquete de la vieja escuela
En 1968, podías pedir un nuevo Chevrolet Impala descapotable con cuatro motores V8 diferentes. Este coche de calle personalizado se deshizo del V8 original y se actualizó con un moderno V8 LT1 de 6,2 litros. Hay muchos toques personalizados, como el colector de admisión y las tapas de las válvulas bañadas en agua. El LT1 produce 460 caballos de potencia y 465 libras-pie de par en su forma original. No se sabe cuánta potencia tiene el motor ahora, pero apostaríamos a que es más que las cifras de serie.
La técnica de hidroinmersión de piezas se extiende por todo el vehículo, incluido el interior. El salpicadero tiene un acabado azul personalizado de madera hidro sumergida que hace juego con el color exterior. El volante también utiliza la misma técnica personalizada y da al coche ese estilo clásico de lowrider, con un toque moderno.
Los indicadores originales han desaparecido, y en su lugar se ha instalado un tablero Dakota Digital de aspecto antiguo pero completamente moderno. La pantalla de los indicadores mantiene el aspecto vintage de los indicadores de la vieja escuela, pero los respalda con una electrónica digital moderna. El cromo ha desaparecido, y los parachoques y los embellecedores hacen juego con la carrocería. La moderna iluminación LED con lentes transparentes mantiene el aspecto del coche limpio y sencillo.
No es frecuente que un individuo consiga una construcción de esta calidad. La atención al detalle es impresionante y muestra la auténtica pasión que tiene el propietario del coche, José, por trabajar en él. Esperamos que más entusiastas muestren sus habilidades, construcciones y coches personalizados, ya que cada uno es tan único como su propietario.
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