En algún momento, es probable que tenga un pequeño clavo o tornillo atascado en la llanta de su automóvil. Por supuesto, estas situaciones tienden a ocurrir justo después de instalar llantas nuevas debido a la Ley de Murphy. Pero, ¿es seguro conducir con un clavo en la llanta?
Analizamos cuándo podría estar conduciendo con un clavo en la llanta y qué hacer al respecto. También lo ayudamos a decidir si la reparación o el reemplazo es su mejor opción.
¿Es seguro conducir con un clavo en mi neumático?
Sí, es seguro conducir con un clavo en la llanta si es pequeña y la llanta está reteniendo aire. Los conductores conducen sobre clavos todo el tiempo sin darse cuenta. Si es un clavo grande y la llanta pierde aire rápidamente, es mejor remolcarla a un taller de llantas.
A veces, el clavo es pequeño y ni siquiera ha perforado la llanta, en cuyo caso puede quitarlo, pero asegúrese de que no haya llegado a la banda de rodadura de la llanta. Si pinchó el neumático, debes llevarlo a un taller de neumáticos para que lo arreglen lo antes posible.
Aparte de eso, si el neumático está pinchado o reventado, no hay absolutamente ninguna razón para pasar por encima de él. En su lugar, querrá ponerse la llanta de refacción para conducir hasta el taller de reparación local.
Qué hacer si hay un clavo en tu llanta
Si tiene una llanta que está perdiendo presión porque se pinchó, deberá actuar rápidamente para mantenerse a salvo. Encienda las luces de emergencia y estaciónese en un lugar seguro. Inspeccione visualmente el neumático para determinar si es seguro conducir o no.
Si el neumático está desinflado, lo mejor es reemplazarlo con un neumático de repuesto y conducir hasta el taller de reparación más cercano. Si no tiene una llanta de refacción o nunca aprendió a cambiar una llanta, debe comunicarse con la asistencia en la carretera para que la remolquen hasta su instalación local.
Si la llanta no pierde aire, puede ser prudente conducir hasta la tienda de llantas más cercana. Sin embargo, querrá tener cuidado y tomarse su tiempo.
Algunas personas confían en los selladores, tapones, parches e infladores de neumáticos hechos por ellos mismos, pero estos no están destinados a solucionar el problema de forma permanente. Si elige usar una de las soluciones rápidas poco confiables, solo debe ser para llegar al taller de reparación. Sin embargo, estos parches pueden aumentar su factura en el taller de llantas, ya que también pueden causar daños a largo plazo.
Reparar o reemplazar un neumático desinflado
Hay casos en los que reparar el neumático puede ser una buena opción. Por otro lado, si el neumático se ha dañado gravemente, desea reemplazarlo. Veamos algunas razones por las que cualquiera de las dos es la mejor opción.
Arreglar una llanta baja
Si el área de la punción está en la banda de rodadura, es posible que se pueda reparar. La banda de rodadura es fácil de reparar y no debe comprometer la seguridad de sus neumáticos.
Sin embargo, el agujero debe tener un cuarto de pulgada o menos de espesor para que un parche funcione correctamente. Además, los orificios múltiples deben tener una separación de al menos 16 pulgadas para que la reparación sea efectiva.
Reemplazo de un neumático desinflado
Hay razones válidas para optar por un reemplazo en lugar de una reparación. Por ejemplo, si el pinchazo se produjo en el flanco de la llanta, su seguridad en la carretera se vería comprometida si reparara esa llanta.
Además, cualquier agujero de más de un cuarto de pulgada es demasiado grande para arreglarlo. Si está lidiando con múltiples orificios muy juntos, también querrá reemplazar la llanta.
Señales de un pinchazo
¿Puedes darte cuenta si tu coche tiene una rueda pinchada sin comprobar la presión de los neumáticos? Aquí hay 4 signos de un pinchazo:
1. Pérdida de presión de aire
La señal más obvia de que el neumático ha sido pinchado es si está perdiendo aire. Puede ver un neumático desinflado con una inspección visual. Si trata de inflar el neumático y vuelve a pincharse, probablemente haya algo dentro.
Además, los vehículos más nuevos están equipados con un sistema de control de presión de neumáticos (TPMS). Este sistema de diagnóstico avanzado le permite saber cuándo uno de los neumáticos se está desinflando. Debería ver una alerta de baja presión en su tablero.
2. Cambios de dirección
Si tiene un neumático pinchado, puede notar dificultad para conducir en línea recta. Puede sentir que la dirección tira hacia el lado plano.
Si está en sintonía con su dirección, puede notar problemas antes de que el neumático pierda todo su aire. Esta advertencia avanzada lo ayudará a evitar más daños por conducir con un neumático desinflado.
3. Dificultad para acelerar
Cuando la llanta está desinflada, su vehículo tendrá dificultad para acelerar. Al principio, puede sentir que necesita más aceleración para que funcione.
Sin embargo, cuando se lo deja solo, es posible que no pueda acelerar en absoluto. Esto suele suceder cuando el automóvil comienza a rodar sobre la llanta en lugar de la llanta.
4. sonidos extraños
Si la llanta desinflada o desinflada comienza a flexionarse y sobrecalentarse, puede ocurrir un reventón. Esta liberación rápida de presión de aire puede crear un sonido de estallido o silbido que llama la atención.
Además, la llanta desinflada puede comenzar a golpear la carretera mientras conduce. Cuando esto sucede, usted y los demás se ponen en riesgo debido a los restos de neumáticos que quedan en la carretera.
Para evitar estas situaciones peligrosas, lo mejor es hacer revisar sus neumáticos a la primera señal de falla. Con una evaluación temprana, podría ser posible salvar su neumático.
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