El sistema de escape hace dos cosas para tu vehículo. Lo primero que hace es convertir todos esos gases tóxicos producidos por el proceso de combustión interna en gases menos tóxicos. Lo segundo que hace es liberar estos gases a través del tubo de escape para que puedan salir del motor y del sistema de escape. Estos gases, que son emisiones de carbono, suelen ser inodoros e incoloros para la nariz y los ojos, respectivamente. Si tu sistema de escape no funciona correctamente, estos gases pueden filtrarse al habitáculo de tu vehículo, donde todos están sentados. Estos gases son tóxicos y pueden ser mortales si se inhalan en cantidades suficientes.
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Los 5 principales síntomas
Evidentemente, no querrás esperar a morir envenenado por el monóxido de carbono para hacer algo con respecto a la fuga del tubo de escape. Hay muchos síntomas menos graves a los que debes prestar atención y que te indicarán que tienes una fuga de escape. Lo único que tienes que hacer es reaccionar haciendo las reparaciones necesarias o sustituyendo las piezas antes de que la fuga de escape cree un peligro para la salud.
A continuación, te presentamos los 5 principales síntomas de una fuga en el escape de tu coche.
Mala eficiencia en el consumo de combustible - Cuando hay una fuga de escape, la unidad de control del motor no puede obtener una lectura precisa de los sensores sobre la cantidad de oxígeno que entra y sale de las válvulas. Por ello, el motor quema más combustible para compensar. Entonces verás una reducción de tus kilómetros por galón y un aumento del coste del combustible. Por supuesto, también podrías tener los sensores de oxígeno en mal estado que podrían crear este problema. Pero nunca lo sabrás con seguridad hasta que lleves tu vehículo al taller y un experto compruebe cuál es la causa del problema.
Aceleración ruidosa - Es normal escuchar un pequeño estruendo cuando pisas el pedal del acelerador para acelerar el vehículo. Es el sonido del motor que hace girar sus componentes y genera la potencia necesaria para empujar el vehículo más rápido. Pero si oyes ruidos extraños que no oyes normalmente, podría indicar que tienes una fuga de gases de escape en alguna parte del sistema. Deberías ser capaz de distinguir los sonidos procedentes del sistema de escape y del motor.
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Motor ruidoso - Si el motor hace un ruido fuerte después de arrancarlo, puede ser una señal de que tienes una fuga en el escape. Esta fuga puede ser el resultado de una junta dañada que separa el bloque del motor y el colector de escape. Como esta junta se enfría y calienta constantemente, es probable que se forme una grieta al cabo de un tiempo. Esto provocará un problema de ruido en el motor, ya que los gases de escape se escapan a través de la junta.
Olor a quemado - Es cierto que el monóxido de carbono es completamente inodoro e incoloro. Sin embargo, un colector de escape dañado o con fugas puede hacer que aparezca un extraño olor a quemado en el habitáculo. Recuerda que el colector de escape se encarga de recoger todos los gases que salen de los cilindros tras el proceso de combustión. Pero si el colector de escape tiene fugas, el olor a quemado de estos gases seguirá estando presente.
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Vibraciones - Si pisas el pedal del acelerador y sientes vibraciones en el pie, es posible que tengas una fuga en el escape. Cuanto más rápido salga el gas, más vibraciones sentirás. Puedes sentir vibraciones en el suelo y en el volante. Con el tiempo, llegará a un punto en el que las vibraciones se sentirán en todo el habitáculo.
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