10 razones por las que nos encanta el Suzuki Cappuccino
Si alguien iba a crear un roadster de bolsillo que fuera realmente divertido de conducir, siempre iban a ser los japoneses. Nacido en la categoría de Kei car, el estrafalario Suzuki Cappuccino hace que el siempre evolucionado Mazda MX-5 Miata parezca un gran turismo. Francamente ridículo a la vista, prueba uno y, sin embargo, quedarás enganchado.
Demostrando que no todo son caballos monstruosos, grandes cilindradas y tiempos de 0 a 100 que pueden hacer sonrojar a un cohete de la NASA, el Suzuki Cappuccino es un humilde deportivo que ofrece enormes niveles de diversión. Con sólo el similar Honda Beat Kei Car Roadster como competencia, el pequeño Cappuccino es, como su nombre indica, pequeño, potente y con mucha espuma exuberante.
El diminuto Suzuki Cappuccino, que en su día fue un secreto JDM muy bien guardado, siempre ha tenido seguidores de culto. Es una máquina finamente elaborada que hace todo lo que hacen sus competidores más grandes, sólo que en dosis más pequeñas. A menudo se pasa por alto por su tamaño de juguete, pero aquí tienes 10 razones por las que nos encanta la Suzuki Cappuccino.
10 Un Kei Car
La categoría de coches Kei japoneses surgió a raíz de las estrictas normas de tamaño de los vehículos. Los coches Kei, que son los vehículos de pasajeros más pequeños autorizados para circular por carretera, aportan al propietario ventajas en cuanto a impuestos, seguros y costes de aparcamiento, además de un cierto atractivo.
Al absorber un gran porcentaje de las ventas en su mercado nacional, es muy raro que los coches Kei se ofrezcan fuera de Japón. Las pocas excepciones suelen ser compradas por ávidos fans de la JDM deseosos de participar en la pequeña diversión que se ofrece.
9 Ingeniería inteligente
Con unas dimensiones que la hacen parecer un elaborado juguete infantil, la Suzuki Cappuccino es una maravilla del diseño. Con un peso de sólo 1.653 libras y una longitud de poco más de 3 metros, es difícil creer que el Cappuccino sea un vehículo totalmente homologado para la carretera.
Impulsada por un motor turboalimentado que sólo tiene una cilindrada de 657 cc, la Cappuccino rinde 63 CV. Con un peso en vacío tan bajo, la pequeña Suzuki alcanza los 100 km/h en poco más de 7 segundos, dependiendo del peso del conductor, obviamente.
8 Una conducción de aspiración
Queriendo ofrecer a los interesados en un coche Kei algo diferente, Suzuki ideó el Cappuccino. Un coche deportivo biplaza que se convirtió en una aspiración de compra para mucha gente trabajadora. Ofreciendo todas las emociones, pero sin los costes asociados a los coches de tamaño normal.
A pesar de su tamaño, la Cappuccino no era una ganga. Construido sólidamente con materiales de calidad, ha resistido el paso del tiempo. Mecánicamente robusto, el pequeño roadster sobrevivirá a muchos coches más grandes y complicados sin dar problemas.
7 No hay que reírse
Casi montado por un ATV medio, el Cappuccino fue el blanco de muchas bromas. Aunque la mayoría se centraban en el viejo adagio de "el tamaño importa", muchos presumían que tener una potencia tan pequeña daría lugar a una conducción realmente aburrida.
Pero demostrando que definitivamente es lo que haces con él, el pequeño roadster subrayó la palabra diversión. Más rápido que muchos de los coches de carreras de su época, su ligereza le permitía superar a los que le desafiaban.
6 Más divertido de lo que crees
Un paquete bien pensado que se centra en que menos es más. A bajas velocidades, la Cappuccino es una delicia, fácil de maniobrar, sencilla de aparcar y más que feliz de luchar con el tráfico más grande. Si abres un poco el acelerador, es sencillamente una sonrisa.
El motor turboalimentado escupe mucho par, mientras que el chasis enseñado es muy comunicativo. Bellamente ágil, la Cappuccino se lanza con un tacto hábil de la dirección. Las rectas y las curvas se funden en una sola mientras se agarra, va y se agarra un poco más.
5 Una monada compacta
Pequeño pero perfectamente formado. El Suzuki Cappuccino tiene todos los elementos deportivos que se asocian a un coche de altas prestaciones. Desde su chasis de tracción trasera y la suspensión de doble horquilla hasta los frenos de disco, no se compromete en absoluto.
Las versiones posteriores de la Cappuccino se revisaron aún más para hacerla más ligera. El ahorro de peso mediante un nuevo motor accionado por cadena y las llantas de aleación la hicieron aún más rápida, mientras que la adición de un diferencial de deslizamiento limitado le dio una respuesta de dirección aún más nítida.
4 Historia premiada
Tras un largo acuerdo y un ligero rediseño, Suzuki Gran Bretaña homologó 23 ejemplares para su comercialización en el Reino Unido. Lanzada en el Salón del Automóvil de Reino Unido de 1992, ganó varios premios de diseño y se convirtió en una especie de atracción para las miradas.
Sólo se ofrecieron dos colores para la importación. En los dos años que estuvo a la venta, se enviaron al Reino Unido 1.100 coches con especificaciones europeas, mientras que otros 70 se vendieron a través de concesionarios europeos seleccionados. El Cappuccino fue universalmente alabado por la crítica.
3 Un monstruo modificable de Mini
Gracias a su configuración de inducción forzada, el Cappuccino puede modificarse con relativa facilidad. Con un remapeo, un filtro de aire y un cambio de escape, la potencia puede acercarse a los 100 CV. Una cifra pequeña que da enormes resultados en la calle, gracias a su ligereza.
Los que buscan crear un mini-monstruo se enfrentan a varias opciones. Un turbo más grande, levas de competición y un motor reforzado están sobre la mesa. Al igual que la posibilidad de desechar el motor en favor de uno de otra Suzuki, siendo ésta una moto deportiva Hayabusa.
2 Propiedad sin dolor de cabeza
El Cappuccino, en su forma original, funciona sin problemas. En su forma de fábrica, el pequeño motor da felizmente grandes lecturas en el cuentakilómetros, siempre que se le haga un mantenimiento regular. Se sabe que algunos se oxidan, pero esto es bastante fácil de reparar.
Aunque las cajas de cambios pueden presentar problemas de sincronización, la reparación no suele ser un problema. Aquellos que quieran personalizar y modificar sus vehículos se sorprenderán de la cantidad de kits que se ofrecen. Hacer un pequeño roadster único está literalmente a unos pocos clics de botón.
1 La emoción de conducir
A medida que los motores se vuelven más potentes, es fácil olvidar lo agradable que puede ser conducir un coche de baja potencia y bien preparado. El Suzuki Cappuccino es una puerta a esos recuerdos. Una máquina JDM de dulce manejo que induce a la sonrisa y que hace girar las cabezas y agita el alma.
Sí, puede ser tan práctico como un pantalón sin bolsillos, pero en algunos casos, la función puede ganar a la forma. Piensa en él como un elegante kart de carretera con esteroides, ponte al volante y disfruta de aquello para lo que se ha creado. Conducir, en su forma más pura.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a 10 razones por las que nos encanta el Suzuki Cappuccino puedes visitar la categoría Generalidades.
Deja una respuesta
¡Más Contenido!