Si conduces un vehículo de transmisión manual, conoces el embrague. Sólo encontrarás un pedal de embrague en un vehículo de transmisión manual porque es necesario para desconectar y conectar la potencia del motor a las ruedas en determinados momentos de la marcha.
Normalmente, tienes que ejercer cierta presión sobre el pedal del embrague para que se produzca este desembrague. Pero si ni siquiera necesitas aplicar mucha presión sobre el embrague para que éste desembrague el motor, o si el embrague se desembraga con una carga mayor del motor sin pisar el pedal del embrague, tu embrague puede patinar.
Esta condición suele verse en vehículos que circulan con frecuencia en tráfico congestionado, coches con conductores nuevos, vehículos de alto rendimiento que se conducen con fuerza y coches con motores mejorados que hacen mucho más que su nivel de potencia de fábrica.
Si alguna de estas condiciones se da en tu caso, no te sorprendas si tienes problemas de deslizamiento del embrague.
¿Qué significa que un embrague patina?
Un embrague está diseñado para mantener un determinado nivel de par motor, normalmente medido en pies-libra (ft-lbs) o newton metros (N m). Se utiliza un plato de presión para mantener el embrague contra el volante, haciendo que el eje de entrada de la transmisión y el motor giren a la misma velocidad
Los embragues están diseñados con material de fricción en ambos lados que se adhiere a las superficies metálicas del plato de presión y del volante. Cuando un embrague se desgasta, pierde este material de fricción, al igual que las pastillas de freno.
En algún momento, el embrague no aguantará la misma cantidad de par que antes. Cuando el par motor supera el par máximo que puede soportar un embrague, éste empezará a patinar de forma intermitente cuando la carga del motor sea mayor.
En lugar de sujetar el volante y el plato de presión, un embrague desgastado permite que el motor gire libremente, incluso cuando se suelta completamente el pedal del embrague. Este fenómeno suele ser más grave en una marcha media, como la tercera o la cuarta, y empeora progresivamente con el tiempo hasta que se sustituye el embrague.
En casos extremos, un embrague desgastado puede dejarte tirado, ya que el vehículo no podrá transmitir la potencia del motor al suelo.
Los 5 principales síntomas de un embrague que patina
Es importante que te des cuenta de que el embrague patina antes de que te cause graves problemas a ti o a tu vehículo. No quieres que el motor se desprenda de las ruedas motrices mientras viajas a gran velocidad. Esto podría provocar un accidente.
Por lo tanto, intenta reconocer los síntomas de este problema para que puedas trabajar para cambiar tus hábitos de conducción y solucionar el problema. Aquí tienes cinco formas habituales de saber si el embrague patina.
1) Las RPM aumentan pero la velocidad no
Una forma fácil de comprobar si tienes un embrague que patina es anotar las RPM de tu motor. Si al pisar el acelerador para acelerar las revoluciones aumentan más rápido de lo normal, mientras que la velocidad de conducción no aumenta como debería, probablemente tienes un embrague que patina.
Por ejemplo, puedes estar conduciendo por la autopista y decidir que tienes que adelantar a un vehículo más lento. Cuando intentas acelerar, las revoluciones saltan más y el motor hace más ruido, pero el coche no acelera. Un embrague que patina suele ser más evidente en las marchas más altas cuando intentas acelerar.
2) Olor a quemado
Cuando el embrague patina, sale un olor a quemado de la parte delantera del coche. Esto se debe a todo el exceso de calor generado por el constante desembrague del motor y el deslizamiento del embrague.
Cuanto más patine el embrague, peor será el olor a quemado. No quieres conducir con ese olor en el habitáculo porque te da náuseas. Cuanto más patine el embrague, peor será.
3) Mal funcionamiento del motor
La prueba definitiva es cuando arrastras una carga pesada dentro o detrás de tu vehículo. Normalmente, esto requiere que el motor envíe mucha potencia a las ruedas motrices.
Pero si tu embrague patina, el motor no podrá entregar esa potencia. Entonces no tendrás casi ninguna aceleración debido a esta falta de potencia del motor. Puedes reducir la carga que tiras para aumentar un poco la potencia, pero no será una solución permanente.
4) Diferencia de altura del pedal del embrague
Cuando conduzcas tu vehículo, debes estar acostumbrado a la altura del pedal del embrague en relación con el suelo. Cuando pisas el pedal y retiras el pie, el pedal debe volver siempre a la misma altura que antes.
Si notas que la altura empieza a cambiar, que el pedal está demasiado alto o demasiado bajo, probablemente haya un problema con el embrague. En la mayoría de los casos, esto se debe al deslizamiento del embrague.
Puedes probar a ajustar el pedal del embrague para ver si eso ayuda, ya que es mucho más barato y fácil que soltar la transmisión para sustituir el embrague
5) Embrague rápido
El mayor síntoma de un embrague que patina es el rápido desenganche entre el motor y las ruedas motrices. Cuando el embrague es normal, tienes que pisar el pedal unos 2 ó 3 centímetros antes de que el motor se desactive.
Sin embargo, si el embrague patina, el motor se desconecta después de pisar ligeramente el pedal del embrague menos de un centímetro. A veces basta con poner el pie encima del pedal para desconectar el motor.
¿Cómo se arregla un embrague que patina?
Prácticamente sólo hay una solución para arreglar un embrague que patina, y es cambiar el embrague. A veces, una fuga en el retén trasero puede hacer que un buen embrague patine (porque el embrague se lubrica con el aceite del motor), pero normalmente basta con sustituir el embrague; el mecánico tiene que desmontar la transmisión para sustituir el retén trasero de todos modos, y el coste de las piezas para un trabajo de embrague no es muy elevado.
También deberás considerar la posibilidad de repasar o sustituir el volante y el plato de presión, ya que estas piezas pueden degradarse con el uso. Si el embrague está desgastado hasta los remaches, es muy probable que el calor excesivo y el contacto entre metales dañen el volante y justifiquen su sustitución.
¡Más Contenido!