Cómo aterrizan los helicópteros en los buques militares

Puede parecer fácil, pero no es tan sencillo como parece El primer avión de la historia que aterrizó en un barco fue el biplano Curtis Pusher que aterrizó en una plataforma (la popa de un barco) el 18 de enero de 1911. Desde entonces, ha habido un montón de avances en la guerra naval y en los aviones avanzados, incluidos los helicópteros, en su comportamiento sobre el agua. Aterrizar un caza a bordo no es un caso fácil en absoluto, pero nos centraremos en el aterrizaje de helicópteros en buques militares.

El primer helicóptero que aterrizó en un barco

Estados Unidos expresó un gran interés por los helicópteros navales en los años 30 El primer contrato para la US Navy llegó el 22 de enero de 1931 y tres XOP-1 de Pitcairn Aircraft Co. comenzaron a producirse para el servicio naval. En septiembre de ese mismo año, el teniente Alfred M. Price, de la Marina estadounidense, consiguió aterrizar y despegar un avión de ala rotatoria XOP-1 en el USS Langley. La hazaña hizo historia, ya que es el primer aterrizaje documentado de un helicóptero en un buque de la marina.

Después de eso, la US Navy se decidió por un avión autogiro sin alas fijas ni alerones. El nuevo contrato entre la Marina y Pitcairn dio como resultado el XOP-2, el primer avión de ala rotatoria para la Marina que no tenía alas fijas. Este cambio facilitó al piloto el control del helicóptero durante los vuelos a baja velocidad. En junio de 1945, la US Navy transformó los barcos Liberty de buques de carga en depósitos flotantes de reparación y los convirtió en los primeros barcos operativos para alojar helicópteros. ¿Su característica más importante? Tenían un espacio especial para que aterrizaran los helicópteros Sikorsky R-4.

Hoy en día, la guerra naval está a otro nivel y todos los aviones o helicópteros que operan en la cubierta de un buque militar tienen sistemas y equipos que casi garantizan un aterrizaje y despegue seguros. Las cubiertas para helicópteros se encuentran en buques de guerra como portaaviones, portahelicópteros, destructores, fragatas, corbetas, cruceros y otros. Las cubiertas para helicópteros más grandes de los buques militares pueden incluso albergar los Boeing CH-46 Chinooks de 100 pies. La mayoría de estos barcos tienen espacio suficiente para helicópteros de hasta 65 pies de largo.

Aterrizaje en buques de la Armada

En algunos helicópteros, la parte de aterrizaje incluye un dispositivo especial que proporciona una conexión (cable) entre la cubierta y el helicóptero (por debajo de ella), justo antes del aterrizaje. Este dispositivo es una construcción del Real Armada Canadiense con el nombre de 'Beartrap' El dispositivo equivalente, de la Marina de EEUU, basa su tecnología en el canadiense y tiene el nombre de 'RAST'. La Marina ha integrado el dispositivo en el Sistema Multipropósito Ligero Aerotransportado (LAMPS) Mk III.

Además de la estabilidad y la precisión, otra finalidad del dispositivo es estabilizar el potencial eléctrico entre el helicóptero y el buque militar. Los rotores del helicóptero pueden crear enormes cargas eléctricas y, además, causar daños mortales en los miembros de la tripulación que puedan tocar el helicóptero al aterrizar.

Los rotores coaxiales del helicóptero son ideales para el uso naval, ya que son resistentes a los vientos laterales que golpean el helicóptero.